sábado, 10 de enero de 2009

Mercy


Cada noche desarmo las escaleras, las recorto de a poquito, como quien deshace una distancia a quebrar. Juego a inventarme puentes, miles de ellos…con destino a nuevos callejones sin salida en los que perderme…
Es que me gustan los laberintos, me gustan tus laberintos. Las trampas letales que se van construyendo mientras te imaginas en esa piel, abandonándote del resto de las cosas, resurgiendo como un puñado de días nuevos. Y nada puede hacerse; ya se te enredaron las palabras, las ganas, las vísceras y la piel,
alborotada de música y de tinta, que grita y clama por su soberanía, al saberte cercano…






Cruza la puerta, des-inventa mis puentes, laberintos, escaleras y callejones.
Piérdete conmigo.

1 comentario:

  1. algunas noches no sé cómo llegar, y se hace más oscuro, y se hace más tarde, y tardarán más en encontrar las huellas, las tragaperras se quedan mis esperanzas, aunque siempre digan siga jugando.

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